Hola amigos del blog: nortonteatro.blog. Yo soy Nortan Palacio conocido artísticamente, y en el mundo donjuanesco, como Norton P.

EL MENTIDERO DE LOS COMEDIANTES. ANECDOTA 37.
Viernes 4 de marzo de 2022.
EL BURLADOR DE SEVILLA O CUÁNTAS ANÉCDOTAS PUEDEN CABER EN UNA HISTORIA III.
En la entrada anterior indagábamos en las fuentes, sobre todo folclóricas, de don Gonzalo de Ulloa (el personaje al que se denomina el convidado de piedra) en la obra de Tirso y esta vez vamos a hacer lo propio con el personaje central de la obra; el gran burlador, el eterno seductor: Don Juan tenorio.
Ya lo empezábamos a intuir en las últimas historias de la anécdota pasada, cuando hablábamos de que al personaje que se burlaba de la estatua en algunos casos se le denominaba: «Don Juan» y en otros: «Flores e Ventos» y decíamos que la etimología de este último nombre vendría a significar algo como «desflorador de doncellas», pero la historia importante seguía siendo la de la burla al finado. Esta vez nos vamos a centrar más en los mitos, cuentos, relatos o historias que tienen como punto de vista primordial la burla a las mujeres: la seducción.
Según las opiniones de los estudiosos del mito de Don Juan ya encontrábamos antecedentes en la literatura grecolatina. Afirma Márquez Villanueva (saltándonos al mismísimo seductor por antonomasia: Zeus, y algunos otros dioses de su cohorte) que uno de los personajes mitológicos que más se acercarían a la maligna seducción donjuanesca sería Ixión; un mítico rey de Tesalia, que era famoso amador y quién se había atrevido a burlar a Hera (la misma esposa de Zeus) y, por tal acto, el rey de los dioses lo había condenado a girar atado a una rueda de fuego que daba vueltas sin cesar en el Hades (Tártaro o Infierno). Según Márquez Villanueva llama la atención que, además, antes de la burla a Hera, Ixión ‒como Don Juan‒ hubiese asesinado a su propio suegro Deyoneo; porque le había exigido pagar la dote que debía por la mano de su hija llamada Día. En fin, minucias de nuestros héroes mitológicos primigenios[1].
También habla el mismo Márquez Villanueva de un personaje originado en los libros de caballería franceses en el siglo XIII llamado Roberto el Diablo cuya historia: La espantosa y maravillosa vida de Roberto el Diablo, hijo del Duque de Normandía, el cual después fue llamado hombre de Dios; habla de un personaje maléfico azote de curas, pero sobre todo de monjas y de mujeres hasta que, por la penitencia que le impone un ermitaño se arrepiente. Podríamos imaginar que Tirso de Molina conociera las aventuras de este tal Roberto el Diablo, puesto que su historia se hizo muy conocida en España a través de los pliegos de cordel[2].
Ya en siglo XIV, y siguiendo otra vez a Márquez Villanueva, nos encontramos con un personaje de uno de los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, obra cumbre de la literatura inglesa escrita alrededor de 1387. En el que nos ocupa: The Shipman´s Tale, se narra la historia de Daun[3] John; un joven fraile canalla, apuesto, y gracioso burlador de mujeres ‒como nuestro Tenorio‒. La trama cuenta que este Daun John seduce a la esposa de un mercader al cual le debía dinero; cuando el mercader le pide que le pague lo prestado, Daun John se burla irónicamente diciendo que ya lo ha devuelto a su mujer. Pero, además, durante la noche de amor y seducción Daun John le cuenta a la mujer del mercader que su vida es efectivamente la de un burlador de damas (sin importarle si son monjas o seglares). Una historia parecida se contó antes en la historia octava de la primera parte de El Decamerón de Bocaccio de 1353, pero en este caso la historia de la seducción y la burla a la mujer es secundaria, por eso se considera a este cuento de El Decamerón como precedente del de Chaucer, pero no de El burlador de Sevilla.

En esta senda también nos encontramos con las opiniones del historiador, literato y mitólogo portugués Teófilo Braga quien en su libro: As Lendas Christas de 1892 concluye que el nombre de Don Juan había tenido mucha relevancia en las narraciones mitológicas desde las civilizaciones grecolatinas hasta nuestros días. Añadiendo además que el apellido Tenorio tendría su origen en el nombre céltico del Dios Thunaer o Thunor (quien también aparece en la mitología nordica conocido como Thor) actualmente revitalizado para la cultura popular por las películas de superhéroes de la factoría Marvel. Desde nuestro punto de vista, nos parece esta relación un poco traída por los pelos (y no nos referimos a los pelos del actor que interpreta al héroe), aunque en este blog nunca damos nada por imposible. Lo que si podemos adelantar es que en nuestras pesquisas hemos encontrado el apellido Tenorio en algunos personajes históricos de nuestro Siglo de Oro y que, por su trayectoria vital, quizá hubieran podido ser antecedentes del Don Juan Tenorio ficticio y protagonista de El burlador de Sevilla.
En la siguiente entrada hablaremos de personajes literarios ya más cercanos a la órbita de Tirso de Molina, puesto que nos ocuparemos de «burladores» que aparecen en los cuentos novelas y obras dramáticas de la primera etapa del Siglo de Oro, el tiempo en que se estaba gestado nuestra obra.
Nos vemos la próxima semana.
[1] Diccionario de Mitología, Pierre Grimal. Paidós 1981.
[2] En Francia, la historia de Roberto el Diablo pasó luego a obras dramáticas, a una ópera e incluso al cine.
[3] Daun en gaélico significa «Don»
Enhorabuena. Deseando saber más, ahora que estamos en el de Zorrilla
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MUY BUEN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ORIGENES LITERARIOS DE DON JUAN TENORIO
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