Hola amigos del blog: nortonteatro.blog Yo soy Nortan Palacio; conocido artísticamente, y en los mausoleos sevillanos, como: Norton P.

EL MENTIDERO DE LOS COMEDIANTES. ANÉDOTA 36.
Viernes 18 de febrero 2022.
EL BURLADOR DE SEVILLA O CUÁNTAS ANÉCDOTAS PUEDEN CABER EN UNA HISTORIA II.
Tal como reza el título de esta serie de anécdotas sobre El burlador de Sevilla y convidado de piedra (y más propiamente sobre el mito de Don Juan); lo que queremos significar es que la obra ficticia contiene en sí misma muchas historias reales. De las cuales vamos a reseñar las que nos parecen más cercanas al teatro de la época; tanto en la creación de la trama, como de los personajes principales: Don Juan Tenorio y Don Gonzalo de Ulloa, valiéndonos para ello de antecedentes literarios, fabulosos, de la transmisión oral, y de personajes y hechos históricos.
Antes de pasar a estas reseñas, vamos a desglosar un resumen del contenido de la obra, sobre todo, para ponernos en situación. La historia que atribuimos a Tirso de Molina y la que han seguido la mayoría de los artistas que han versionado y abordado la obra[1] es más o menos la siguiente:
«Don Juan Tenorio que es hijo de don Diego, un noble cercano al Rey; no sigue los preceptos consuetudinarios de comportamiento a los que estaban obligados los caballeros de su tiempo[2]; sino que es un joven calavera que se jacta, sobre todo, de gozar a cualquier mujer que se cruce en su camino. Teniendo especial predilección por las que están prometidas, las casadas o las desdeñosas de los hombres. Estas aventuras lo van obligando a cambiar de lugar y en su devenir va burlando a muchas más, hasta encontrar en Sevilla a una que lo entusiasma con su inocencia y su desconocimiento del deseo carnal[3]. Pero Don Juan, incapaz de actuar como un galán enamorado, la deshonra y obliga a su padre, don Gonzalo de Ulloa, a batirse en duelo para lavar la honra de su hija. Después de esto, en su nueva huida burla a otra mujer. Al volver a Sevilla, topa por casualidad en el cementerio con la estatua de piedra de don Gonzalo que preside su mausoleo y se burla del muerto invitándolo a cenar. Para sorpresa del joven y de su criado; don Gonzalo acude a la cena y además lo convida para el día siguiente, pero esta vez en el cementerio. Allí don Gonzalo se venga arrastrando a Don Juan a los infiernos[4]».

Dicho esto, vamos a empezar con las fuentes folclóricas que se conocen como antecedentes de los personajes más importantes. Aunque como son tantas, en esta entrada nos centraremos en las fuentes que conducen a Don Gonzalo de Ulloa que al que se conoce como «El convidado de piedra».
Son muchos los estudiosos que han investigado los antecedentes de este episodio en el que, una calavera (en los más primitivos) o una estatua (cuando la historia se va asentando) de un muerto cobra vida para vengarse de un joven que lo ha ofendido ‒ha ofendido el alma del fallecido‒ sin que todavía tenga que ver el hecho de que ha violado a su hija o de que ha sido su propio asesino. Se supone que es un cuento folclórico ancestral que circuló desde mucho antes de la obra de Tirso, y tiene versiones en bastantes países de Europa, tales como: España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Suecia y Dinamarca (incluso se encontró uno en el Aconcagua Chileno, pero se llegó a la conclusión de que habría sido llevado allí por un inmigrante español). Lo han estudiado investigadores en el ámbito filológico tales como: Pierre Brunel ‒que llegó a escribir un Dictionnarire de Don Juan‒; Piero Ménarini, Jean Rousset, o Dorothy Epplen Mckay, entre los más importantes de los internacionales: entre todos han recopilado diferentes versiones de cuentos (muchos de ellos de la tradición oral) referentes a esta historia que sobrepasan los 250. En el ámbito español, los más importantes (tanto desde el punto de conocimiento e investigación nacional como internacional) son: el gran Ramón Menéndez Pidal, Víctor Said Armesto, Francisco Márquez Villanueva e Ignacio Arellano.
Después de esas recopilaciones orales, también se han encontrado romances (ahora sí manuscritos o impresos) antiguos que cantaban esta misma situación: sobre todo los recogió en su momento Menéndez Pidal y descubrió que allí se incluyen nuevos episodios que también aparecen en El burlador de Sevilla, tales como la novedad de que en algunos casos el Joven mató al Viejo o las burlas que hace el joven calavera por las barbas del viejo padre muerto (que también es motivo importante en El burlador de Sevilla). Lo más difícil que llevan todos los investigadores a la hora de asegurar que estos son los precedentes del Convidado de Piedra se refieren a la dificultad de fechar tanto los cuentos como los romances, de forma precisa; y a la posibilidad de que Tirso de Molina los conociera.
Finalmente, Márquez Villanueva encontró un tipo común en algunos romances portugueses; cantares de gesta provenzales y cuentecillos italianos en el que hay un personaje llamado «Joaozhinho» o «Flores e Ventos» en Portugal; «Floovant» en un cantar de gesta francés y «Fioravante» en una novellieri italiana (no se han encontrado versiones españolas) donde el personaje que se burla de la estatua se parece cada vez más a nuestro Don Juan Tenorio: El nombre del personaje en el cantar portugués es ya Juan; la significación «flores e ventos»: desflorador de doncellas; el carácter del joven que se rebela contra todas las prohibiciones y autoridades; y la condición de desterrado.
Aunque no es posible que un fraile mercedario, que vivía en la España del siglo XVII, llamado Gabriel Téllez y que para poder escribir teatro sin enfrentarse a muchos problemas de censura escribía con el seudónimo de: Tirso de Molina, llegara a conocer todos estos documentos o cuentos narrados, lo que sí es factible es que la fábula de un joven burlándose de la calavera o la estatua de un viejo muerto era un elemento común del folclore Europeo y eso sí que no se lo podemos negar a Tirso: ser heredero de todo ese corpus cultural, ancestral y folclórico en la elaboración de lo que desde entonces pasaría a llamarse «el convidado de piedra»
Más sobre las historias de la cocción de El burlador de Sevilla la próxima semana.
[1] Recuérdese que en la entrada pasada dijimos que eran más de 168.
[2] Vive en el periodo Barroco, aunque algunos autores lo han sacado de su contexto temporal y espacial.
[3] En el original de Tirso se llama esta dama se llama Ana de Ulloa, aunque la que con el tiempo ha alcanzado más fama es la llamada Doña Inés, del Don Juan Tenorio de José Zorrilla.
[4] Algunos autores, salvan a Don Juan en el último minuto, pues el amor que siente por la dama (hija del comendador) lo llevan a arrepentirse de sus pecados justo antes de morir.
Muy interesante la deconstrucción del mito y todas sus relaciones con la literatura escrita y la tradición oral. Esperando la siguiente entrega !
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Gracias Ufi! 😁😘
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Muy curioso!!
Siempre se aprende…..
MUCHAS GRACIAS.
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EL ABRE BOCAS QUE HAS DEJADO ESTA SEMANA, ANUNCIA UN PLATO FUERTE MUY MUY APETECIBLE SOBRE DON JUAN TENORIO. QUEDO EXPECTANTE ANTE LA SIGUIENTE ANECDOTA DEL MENTIDERO
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