Que tal amigos del blog: nortonteatro.blog. Yo soy Nortan Palacio, conocido artísticamente y en las mojigangas y garnachas como: Norton P.

EL MENTIDERO DE LOS COMEDIANTES
Viernes 23 de julio 2021
ANÉCDOTA 15: UN VIAJE MUY ENTRETENIDO PARTE I
Lo prometido es deuda la semana pasada dije que en esta entrada hablaríamos de Agustín de Rojas Villandrando y de su libro El viaje entretenido, al que mencionábamos a propósito de la Garnacha. Aunque tengo que adelantar que esta deuda se tornó gemela puesto que, documentándome acerca del autor-cómico y de su libro me di cuenta de que la enjundia que tiene necesitaría al menos dos entradas en este mi blog. Y así lo decidí. Esta semana hablaré del libro y de lo que me llevó a mencionarlo la semana pasada: el catálogo de compañías de cómicos que recorrían España en el Siglo de Oro; además de sus problemas de encuadrarlo en un género y de sus pequeñas tretas y mentirijillas. La semana que viene hablaremos de las loas que escribió Rojas y que intercaló en él ‒cuarenta‒; algunas de grandísima importancia como luego veremos, pero sobre todo hablaremos de la vida de este cómico y escritor que ‒cuando lo conozcáis pensaréis como yo‒ tuvo una de las vidas más impresionantes de los personajes del Siglo de Oro. Y mira que competir en vidas impresionantes con Quevedo o con Lope de Vega a nivel de disputas y amores o con cervantes en andanzas militares y trabajos varios en España o fuera de ella, tiene mérito; pues la vida de Agustín de Rojas tiene mérito. Por todo esto he titulado a estas dos entradas gemelas como lo que, para mí durante mis pesquisas, ha representado: un viaje muy entretenido. De momento centrémonos en el libro.

Agustín de Rojas dio a la imprenta El viaje entretenido en la primavera de 1603 y al parecer tuvo éxito y repercusión porque en octubre de ese mismo año ya se estaba reimprimiendo. No se puede decir que el libro tenga un valor literario de gran calidad, sin que tampoco pueda decirse que es malo; pero sí que puede considerarse un documento histórico y de valor para conocer varios aspectos de la vida española de los siglos XVI y XVII. En algunas partes cuenta anécdotas autobiográficas (barnizadas de ficción) donde se pueden rastrear costumbres de varias ciudades y la azorada vida de un español medio; o cómo se intentaba sobrevivir convirtiéndose en soldado lo que hace entrar en escena la política internacional española con sus batallas, sus forzados, sus cautivos, etc., -de las que también nos da cuenta muchas veces Miguel de Cervantes-. Pero el aspecto más importante es el conocimiento que el libro nos aporta acerca del Mundo del Teatro; primero porque la historia gira alrededor de cuatro cómicos reales: Nicolás Ríos, Miguel Ramírez, Agustín Solano y el mismo Agustín de Rojas, a los que conocemos mientras van de gira representando por ciudades y pueblos de España y segundo porque estos cómicos -gajes del oficio- cuentan muchas anécdotas de sus colegas y del mundo teatral de su época importantísimas para el conocimiento de este arte. Para no excederme en digresiones daré el itinerario del viaje que nos legó Emilio Cotarelo y Mori en su Colección de entremeses, loas, bailes jácaras y mojigangas:
Como rojas lo describe, sale la compañía de Nicolás Ríos de Sevilla pasado el carnaval de 1601, y pasando por Carmona, Marchena, Osuna, Antequera y Loja, llegan a Granada, donde se detienen cinco semanas dando 30 representaciones que a Ríos le salieron una con otra a más de 40 ducados. En Jaén pensaban representar ocho días. Después de entrada la primavera viajaban de noche para evitar el calor y descansaban por el día en las ventas. Llegaron a Toledo, donde hicieron los autos y salieron inmediatamente para Valladolid, a donde, como dice Ríos, habían sido llamados. Pasando rápidamente por Madrid y Segovia llegaron a la entonces corte de España. Rojas nunca había estado en ella; pero sí en Segovia, donde tres años antes (1598) había hecho y dicho la Loa en alabanza de la letra A. En Valladolid estuvieron mes y medio, aunque no dice que allí hubieran representado, y salieron camino de Burgos. Es de advertir que este viaje lo hacían los cuatro actores solos; el resto de la compañía iba siempre delante una o más jornadas. Cruzaron por Palencia y a la llegada a Burgos termina el libro.
En este viajar, los cuatro cómicos, en estilo dialogado, van contando cosas pasadas en sus vidas profesionales; describiendo las ciudades o ríos por los que pasan; chismorreando acerca de sus compañeros y sobre todo acerca del arte teatral. Entretanto, hasta en cuarenta ocasiones, le piden a Rojas que les recite alguna de las Loas de las muchas que ha escrito y representado. En varias de estas Loas es donde Rojas va insertando trozos de su vida antes de ser cómico (una vida bastante picaresca que detallaremos en la próxima anécdota).
Esto hace que el libro tenga una difícil catalogación dentro de un género: libro de viajes, novela picaresca, novela dialogada, autobiografía, crónica retrospectiva, o incluso hay algunos que han querido ver solo un afán de Rojas por introducir dentro de su ficción cuarenta loas de las muchas que en ese momento tenía escritas, y así divulgarlas. Todo cabe. Por eso, quizá, el mejor calificativo para esta heterogeneidad es la del “género de miscelánea”, género que no contó con mucho recorrido, pero del que había ejemplos conocidos anteriores como la Silva de varia lección de Pero Mexía (obra mencionada en muchas obras de teatro de la época; por ejemplo en La discreta enamorada de Lope de Vega) la más famosa de las misceláneas renacentistas o más tardíos como el libro Para todos de Pérez de Montalbán que alcanzó fama por la virulencia con la que Quevedo lo atacó en su obra La Perinola.
También son de advertir algunas triquiñuelas de Agustín de Rojas en su libro; se ha ido descubriendo que algunos de sus pasajes son plagios. Juan B. Avalle Arce descubrió que las descripciones de la mayoría de los lugares por los que va transcurriendo el viaje, los toma Rojas de un libro anterior intitulado: El libro de grandezas y cosas memorables de España de Pedro de Medina y que había sido publicado en 1548, mucho antes de que se escribiera El viaje entretenido. El plagio queda demostrado fehacientemente puesto que con los párrafos uno frente a otro, Avalle Arce no deja lugar a duda. Los plagios se corresponden con las descripciones de: el Río Guadalquivir, Antequera, Málaga, Santa Fe, Granada, Jaén, Toledo, el Río Tajo, Madrid, Segovia, Valladolid, Palencia y Burgos. Esto no le resta originalidad al libro en sí, porque lo que describe Pedro de Medina es geografía real que no aporta nada al interés del libro. Lo que sí es más inquietante es descubrir que quizá Agustín de Rojas también plagió dos de sus Loas: la Loa a la mosca y la Loa al puerco (las número XVII y XXXIX en El viaje entretenido), que parece que fueron copiadas de los Tercetos en loor de la mosca y los Tercetos en loor del puerco de Juan de Arjona, un poeta granadino contemporáneo de Agustín de Rojas. El hecho de su contemporaneidad genera bastantes dudas acerca de que el plagio fuera al revés. De cualquier manera, Rojas en su Prólogo al lector se había cuidado de decir que algunos versos no eran de su autoría: “Y aunque es verdad que los versos son malos, algunos sujetos son buenos porque los mas dellos no son míos”; pero también es cierto que este recurso era un tópico utilizado por muchos autores; sobre todo, los que, como Cervantes, se valían de la ironía para generar dudas acerca de muchos puntos de sus obras. Además, el plagio era un lugar común entre los literatos de la época; si no que se lo pregunten a Calderón y a Tirso de Molina: el segundo acto de Los cabellos de Absalón de Calderón y el tercer acto de La venganza de Tamar de Tirso son (con pequeñas modificaciones no sustantivas) el mismo acto; lo que lleva dando pie a batallas interminables entre estudiosos sobre quién plagió a quién y lo que quizá me sirva de material para otra de las anécdotas de este mi blog.
Pero Rojas puede darse por empatado, puesto que de su obra se han plagiado o se han tomado líneas argumentales para crear otras. El primero fue él mismo que, tomando partes de su vida contadas en El viaje entretenido, creó la comedia El natural desdichado. Pero otros autores también llegaron a tomar algunas de estas historias para crear las suyas – y qué autores y qué historias crearon‒ usando como línea argumental la vida de Agustín de Rojas (cosa que no es de extrañar). Empezaré mencionándolos de menos a más: El escritor satírico francés Paul Scarron escribió la novela Le roman comique, hurtando muy mucho de El viaje. Otro francés Teophile Gaultier escribió su novela El capitán fracaso tomando muy bastante del mismo libro. Ahora subimos de categoría: el prólogo de La fierecilla domada de William Shakespeare se considera un plagio manifiesto de El natural desdichado. Y finalmente, ya en la cumbre: la gran La vida es sueño de Calderón de la Barca que sigue exactamente la línea argumental de El natural, que como dijimos es extracto de El viaje entretenido.
Así, no me queda más que exponer, sin peligro de que se me acuse de plagio puesto que cito la fuente, el catálogo de Compañías que se considera la mayor aportación de esta obra a la historia del Teatro del Siglo de Oro Español -Los dibujos están tomados de unas postales que realizó nuestra compañía en 1996 y donde se representan las escenas que Rojas describe en el libro; todavía hoy estas postales se pueden comprar en La Tienda de las Comedias, al lado del Corral de Comedias de Almagro.







Me encanta lo bien documentado que estás y lo ameno que resulta leer tu trabajo. Me pareces muy buen profesional, muy buen actor y mejor persona.
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Gracias, Marita de mi corazón ♥️
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Enhorabuena por crear tu blog, estoy aprendiendo muchísimas cosas y disfrutando más aún
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Enhorabuena por este blog Norton. Un soplo de aire fresco para los amantes del teatro clásico. Gracias
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Muchas gracias, Uficia. De eso se trata: cercanía, frescura, divulgación
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