EL MENTIDERO DE LOS COMEDIANTES ANÉCDOTA NOVENA: AUTOS SACRAMENTALES: DOCTRINA EUCARÍSTICA, PERO FESTIVA

Hola amigos del blog nortonteatro.blog yo soy Nortan Palacio (Norton P.)

HEME AQUÍ REPRESENTANDO A FRAY LORENZO, PERSONAJE ORIGINAL DEL ROEMO Y JULIETA DE WILLIAM SHAKESPEARE, PERO QUE, EN LA CONCEPCIÓN QUE TRAZAMOS MI COLEGA COVADONGA CALDERÓN (TAMBIÉN EN LA FOTO) Y YO, SALTA POR DIFERENTES OBRAS NUESTRAS. AQUÍ: CARACTERIZADO PARA LA CENA MONACAL EN EL CONVENTO FRANCISCANO DE ALMAGRO ESCRITA POR MÍ

ANÉCDOTA NOVENA 

Viernes 11 de junio 2021

AUTOS SACRAMENTALES: DOCTRINA EUCARÍSTICA, PERO FESTIVA.

Continuando con la temática de la semana pasada en la que hablábamos de los Autos sacraméntales en relación con la celebración del día del Corpus, esta vez seguiremos desgranando, aún más, este género teatral y poniéndolo en consonancia con su objetivo doctrinal, pero también con su realidad popular, es decir: no solo era un teatro religioso, sino también muy festivo.

Hemos de recordar el itinerario histórico de la fiesta del Corpus (Véase anécdota octava) en la que en un principio se realizaba una procesión dentro de la iglesia y que en su primera salida del templo recorrió las calles de Roma. A partir de ese momento se constituyó en procesión callejera en toda la Europa cristiana. En España, además, se convirtió en el origen de este, tan singular y tan español, género.

Puesto que España, en el siglo XVI, se había convertido en la gran defensora de los postulados del Concilio de Trento ante las embestidas del Luteranismo y el Anglicanismo y entonces triunfaba el teatro como hecho artístico, festivo y como vehículo de instrucción, adoctrinamiento y sugeridor de ideas; el recrear teatralmente la doctrina eucarística fue un paso, casi que natural.

En un principio los Autos eran piezas difíciles para el pueblo, puesto que las gentes simples no estaban acostumbradas a sermones sin explicación previa o posterior como las que daban los religiosos desde el púlpito. Además, en la escena siempre esperaban lances amorosos, intrigas, mucha acción tragicómica, etc. Entonces hubo que aderezarlos con cantidad de elementos simbólicos y festivos para que el público se acostumbrase a ellos y pudiese entenderlos. Así se constituyó que durante la procesión se hicieran paradas (estaciones como las del recorrido del Viacrucis) donde algunos actores representaban de manera estatuaria a personajes de la vida de Cristo; que durante la procesión desfilara una Tarasca que vendría a ser como un dragón en un desfile del año nuevo chino; porque según la definición del Diccionario de Autoridades y del Tesoro de la Lengua Castellana de Covarrubias, serían unos saltimbanquis metidos en un disfraz que representaba una serpiente y que asustaba a los muchachos y divertía a los adultos y que, supuestamente, representaba místicamente la caída de Cristo. Además, esta Tarasca iba acompañada de figuras de gigantes, cabezudos y enanos. Veamos la definición del Diccionario de Autoridades:    

Figura de sierpe, que sacan delante de la Procesión del Corpus, que representa místicamente el vencimiento glorioso de nuestro Señor Jesucristo, por su sagrada muerte, y Pasión del monstruoso Leviatán. Es voz tomada del griego Theracca, que significa amedrentar, porque espanta y amedrenta a los muchachos (…) Para celebrar la fiesta del Corpus en otro pueblo, vecino pocas leguas, enviaron seis grandes y robustos gigantes, dos enanos y la Tarasca. 

EN LA IMAGEN VEMOS UNA TARASCA IDEADA PARA EL CORPUS DE MADRID DE 1667. LA FIGURA DE LA DAMA ENCIMA DE LA SIERPE SOLÍA REPRESENTAR A ANA BOLENA, LA MUJER POR QUIEN ENRIQUE VIII DE INGLATERRA DECLARÓ EL CISMA DE LA IGLESIA CRISTIANA CREANDO EL ANGLICANISMO

Una vez que finalizaba la procesión, en las puertas de las iglesias, se encontraban instalados tres o cuatro escenarios a los que llamaban Carros. Cada Carro solía representar lugares metafóricos. Por ejemplo: La Tierra, El Cielo, El Infierno, El Paraíso, El Purgatorio, Europa, América, Asia, África, etc. Lo que daba, además de espectacularidad, información para el entendimiento del Auto.   

La representación del Auto también se aderezaba -como las comedias-, con piezas breves: una Loa antes de empezar y al finalizar (los Autos Sacramentales solo constaban de un acto) un entremés o una Mojiganga. Todo esto quiere decir que si a alguien no le interesaba el mensaje religioso apenas tenía que sufrirlo: además de que el Auto en sí no duraba más de una hora; con toda la parafernalia visual llegaba a suplir la ignorancia del tema eucarístico.

De cualquier manera, los investigadores sostienen que el público, no instruido, entendía el mensaje y para ello aducen que la genialidad de aquella tropa de escritores de Autos Sacramentales (en la anécdota octava vimos que eran casi todos también autores de comedias) era tal, que conseguían hacerlo calar, si no con toda la información al menos hacían comprender el contexto. Hoy en día hablaríamos de pragmatismo en los montajes teatrales. Y, además, elaboraban distintos y sofisticados argumentos para caminar a un mismo fin. 

La representación de los Autos se convirtió en algo tan esperado que las villas competían en ver cuál de ellas hacía la mejor celebración y por eso se gastaban mucha parte de los presupuestos en hacer la mejor fiesta (un ejemplo que puede ilustrar esto hoy en día, podría ser el ver cómo compiten las ciudades por tener la mejor iluminación navideña). Esto significaba pingües beneficios para el mundo teatral y el de las cofradías y hospitales. Las compañías que los representaban pasaban casi todo el año preparando lo necesario para ese día y para la Octava del Corpus, que se celebraba el jueves siguiente a la fiesta, y también se representaban Autos. Las Compañías de Titulo estrenaban dos Autos cada año en una ciudad que los contrataba en exclusiva. Las compañías de la Legua hacían su agosto representando dos, tres y hasta cuatro veces el mismo auto, tanto ese día como en la Octava, en distintos pueblos cercanos. Un ejemplo de cómo sería este día para una compañía pobre lo encontramos en el capítulo XI de la segunda parte del Quijote, cuando el hidalgo y el escudero se encuentran una carreta llena de gentes disfrazadas y don Quijote les increpa, pensando que se aviene una nueva aventura:

-Carretero, cochero o diablo o lo que eres, no tardes en decirme quién eres, a dó vas y quién es la gente que llevas en tu carricoche, que más parece la barca de Carón que carretas de las que se usan.

A lo cual, mansamente, deteniendo el Diablo la carreta, respondió:

-Señor, nosotros somos recitantes de la compañía de Angulo el Malo. Hemos hecho en un lugar que está detrás de aquella loma, esta mañana, que es la octava del Corpus, el Auto de Las Cortes de la Muerte, y hémosle de hacer esta tarde en aquel lugar que desde aquí se parece; y por estar tan cerca y excusar el trabajo de desnudarnos y volvernos a vestir, nos vamos vestidos con los mismos vestidos que representamos. Aquel mancebo va de Muerte; el otro, de Ángel; aquella mujer que es la del autor va de Reina; el otro, de Soldado; aquel, de Emperador y yo de Demonio

Y para que nos hagamos una idea de la parafernalia (por no decir la importancia) que conllevaba una representación de un Auto por una compañía rica en las ciudades grandes; veamos algunos aspectos recopilados por Esteban García Chico, en documentos de los siglos XVI y XVII en Valladolid. 

Las Compañías eran contratadas por las villas y Cofradías con bastante antelación. Quince días antes del día del Corpus, deberían estar ya aposentadas en el lugar y durante estos quince días pintaban y adornaban los CARROS de las representaciones, con todo lo necesario conforme a las historias. Asimismo, una comisión de corregidores y otras personas entendidas examinaban los textos de los autos, que se hubieran de representar, por si no quedaban satisfechos buscar otros autos «que más convengan».
Ocho días antes de la fiesta, las compañías deberían celebrar una muestra completa de los dos Autos Sacramentales distintos, de los mejores autores que se pudieran encontrar en este reino, con la finalidad de que si hubiera algún defecto, se pudiera enmendar con tiempo suficiente.
El mismo día de la fiesta, era condición obligada que, por la mañana, toda la Compañía con todos sus vestidos nuevos, jamás vistos ni usados, y «apariencias», dieran un paseo por la villa, desde la posada donde residen, pasando por la plaza mayor, y calles principales, hasta la plaza de la iglesia donde han de estar los CARROS y levantados los tablados donde a la tarde se han de representar los autos. Si el mal tiempo lo impidiera se representarían dentro de la iglesia o donde la Cofradía señalase.
Por todo ello la villa abonará unos 3.600 reales pagaderos en dos partes, la segunda un día después de la fiesta.
Algunas veces las compañías eran obligadas a traer sus carros y hacer tablado, aunque en otras ocasiones en el contrato se incluyen los carros, cabalgaduras, posada y cama e incluso se permite que estén otros quince días más, representando comedias, cobrando a la puerta por su cuenta y riesgo.
Como podemos apreciar la organización estaba perfectamente controlada, no dejando nada para la improvisación.

Con la llegada del movimiento de la Ilustración a España, los intelectuales patrios empezaron a despotricar de los Autos Sacramentales, sobre todo intentando abogar por una sociedad laica; aunque también criticaban la  utilización de elementos no religiosos en sus argumentos y el uso de lo trágico y lo cómico en una  pieza teatral. Esto provocó que en 1763 Carlos III decretara la prohibición de estas peculiares representaciones y fueran relegadas a hibernar en librerías de viejos, universidades y bibliotecas. Pero, paradójicamente, el hecho de su singularidad, el uso de elementos mezclados y, sobre todo, el carácter alegórico que contienen, han despertado el interés de las nuevas gentes tanto de la teoría como de la práctica teatral -véase las ediciones de los autos completos de Calderón de la Barca(terminada) y de Lope de Vega (en edición) por el GRISO- ya que se empieza a intuir la riqueza artística (por encima de lo religioso) que en estas piezas se puede hallar y, como dije en la anécdota anterior, la posibilidad de experimentación que pueden llegar a ofrecer.  

https://grisounav.wordpress.com
PORTADA DEL CUARTO VOLUMEN DE LOS AUTOS SACRAMÉNTALES COMPLETOS DE LOPE DE VEGA QUE VIENE REALIZANDO EL GRUPO DE INVESTIGACIÓN DEL SIGLO DE ORO GRISO

La próxima semana os dejaré una Loa que escribí para el Auto Sacramental La hidalga del valle de Calderón de la Barca donde expongo, de forma dramática, las vicisitudes que ha tenido que vivir este género desde su nacimiento hasta nuestros días. 

Nos vemos la próxima semana.

Publicado por nortonteatro

Soy Actor, dramaturgo, docente de teatro, filólogo, y doctor en investigación literaria y teatral con una tesis doctoral titulada: El teatro de Quevedo (una aproximación pragmática). Fui miembro fundador de la Compañía Corrales de Comedias Teatro en 1994 y he trabajado con ésta en el corral de Comedias de Almagro por más de 25 años; pertenezco al comité artístico de la Fundación Teatro Corral de Comedias; organizo el Festival de Autos Sacraméntales FAUS; estoy especializado en realizar versiones de entremeses de Cervantes y Quevedo y en escribir piezas breves de carácter barroco (casi todo en verso) para acompañar algunos espectáculos de la compañía: como la Loa al Teatro Breve, Loa a los entremeses de Cervantes, Loa al Auto Sacramental La Hidalga del Valle de Calderón de la Barca, Loa al Carro de los Cómicos o la Mojiganga para el Auto Sacramental El labrador de la Mancha de Lope de Vega.

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