EL MENTIDERO DE LOS COMEDIANTES ANÉCDOTA 27: NACER PÉREZ Y MORIR RANA (O LO QUE ES, INCREIBLEMENTE, LO MISMO QUE: NACER POBRE Y MORIR RICO) II

Hola amigos del Blog: nortoteatro.blog. Yo soy Nortan Palacio; conocido artísticamente y en el mundo de las mojigangas como: Norton P.

HEME AQUÍ EN EL PERSONAJE DE “MONCADA” EN LA COMEDIA LA VENGANZA DE DON MENDO DE PEDRO MUÑOZ SECA.

EL MENTIDERO DE LOS COMEDIANTES. ENTRADA 27.

Viernes 19 de noviembre. 2021.

NACER PÉREZ Y MORIR RANA (O LO QUE ES, INCREIBLEMENTE, LO MISMO QUE: NACER POBRE Y MORIR RICO) II

En la entrada anterior decíamos que el actor que había nacido Cosme Pérez y muerto Juan Rana se especializó en interpretar su mismo personaje después que en una comedia de Lope de Vega, aprovechando su aspecto, el Fénix lo describiera físicamente, le diera atributos psicológicos, nombre (Juan Rana) y oficio (Alcalde pazguato), aunque también anotamos que en algunas piezas escritas para él, los dramaturgos le atribuían otras profesiones y oficios.

Después de la descripción de Lope, lo terminaría de configurar con todas sus características Luis Quiñones de Benavente[1] a fuerza de escribir muchos entremeses para el personaje/actor. Imaginamos que, esta vez, aprovechando las dotes actorales y de improvisación que caracterizaban a Cosme cuando se metía en el personaje; ya que la mayoría de las características del renovado Rana tenían que ver con la ruptura de la cuarta pared; es decir, el personaje dejaba de ser el personaje y empezaba a hacer cosas que eran consuetudinarias al actor. De ahí que mantengamos la teoría de que fue Rana quién se dedicaba a hacer estas improvisaciones en el escenario y que Quiñones de Benavente, genio en la creación de figuras, las tomó, las relaboró y moldeó todo hasta perfeccionar al personaje que luego sí que lo levaría a la cumbre en los corrales y lo trasladaría hasta el Palacio Real[2]. Aunque el tema de su relación con la familia real lo abordaremos con profundidad en la entrada de la semana que viene.

Las características añadidas eran: 

Mala memoria: en muchos de los entremeses escritos para él, Rana, en un momento dado, fingía olvidar sus parlamentos y a Cosme lo tenían que ayudar a seguir el hilo sus compañeros del reparto; también olvidaba qué personaje estaba interpretando; si el del entremés o el de la comedia de la misma fiesta, y entremezclaba personajes; provocando risas generalizadas.    

Afeminamiento: Ya apuntábamos que, en el primer esbozo hecho por Lope de Vega, el personaje tenía voz y gestos afeminados, pero después este rasgo se acrecentó puesto que, las murmuraciones acerca de la homosexualidad de Cosme Pérez lo siguieron toda su vida, a pesar de que se casó y tuvo dos hijos. Cuando hablemos de sus líos con la justicia, nos centraremos en estas murmuraciones. Ahora hay que decir que tanto el actor como los dramaturgos aprovecharon esta característica, puesto que era una de las que el público más demandaba, y al actor no parecían importarle los “rumores”; sino que se sacaba partido con su afeminamiento. En muchas piezas lo pintaban casado con su pareja escénica más famosa Bernarda Ramírez que era un tanto hombruna; entonces ella hacía de la mujer gobernanta y él, del marido sumiso. Así lo encontramos en la Mojiganga del Mundinovo de Calderón de la Barca. Incluso lo convirtieron en personaje femenino varias veces, como en: Juan Rana mujer de Jerónimo de Cáncer (1655), Fiestas bacanales de Antonio de Solís (1655), El parto de Juan Rana de Lanini Sagredo (1658).

Romper (físicamente) la cuarta pared: muchas veces se suspendía la acción que trataba el entremés y Juan Rana se dirigía a algún o algunos espectadores, sobre todo si eran conocidos y los interpelaba con cuestiones personales y conocidas por toda la corte. Esto lo hacía más frecuentemente en las representaciones cortesanas cuando se dirigía al Rey, a la Reina o a los infantes, con mucho respeto, aunque a veces, con ciertas bromas referentes a los usos de los reyes en sus aposentos[3].

Inmovilidad estatuaria: este recurso era muy utilizado por los dramaturgos, ya que lo podían convertir en retratos, en esculturas o en muertos; generando enredos desde esta inmovilidad que provocaban los más desternillantes sinsentidos. Los otros personajes no sabían si era un cuadro, un muerto o un fingidor y el público conocedor del secreto, y sabiéndose con más información, no podía parar de reír. Así lo encontramos en El retrato de Juan Rana (dos entremeses diferentes, pero con la característica de que en ambos hace de su propio retrato sin moverse): uno de Antonio de Solís de 1652, otro de 1657 de Sebastián de Villaviciosa; en El retrato vivo de Agustín Moreto de 1657, en Los muertos vivos y El muerto, ambos de Quiñones de Benavente de 1636 y de 1643 respectivamente; o en El triunfo de Juan Rana de Calderón de la Barca, la última pieza en la que actuó, ya muy viejo (apenas podía moverse), y hacía de su propia estatua. El que no se moviese no era óbice para no provocar las risas ya que en muchos documentos y archivos (Genealogía) se dice que con solo aparecer en escena provocaba las risas de todos.

Imitación de sus compañeros de profesión: Cosme Pérez, era un gran imitador y, como muchos actores de la época se especializaban en representar personajes tipo, eran meramente imitables. Es fácil imaginar las risas cuando Rana imitaba a un actor con pinta de caballero o incluso cuando imitaba a las actrices que hacían de damas más famosas. Así lo encontramos en el baile dramático: Las Juan Ranas, en las que cinco actrices (de las mas famosas de la época: Bernarda Ramírez, Francisca Bezón, María de Prado, La Borja, Micaela Fernández) salían a imitar a Rana (“enjuanranarse”) puesto que, según decía el parlamento, el actor/personaje estaba enfermo. Todas recitaban versos que el público reconocía de otras piezas famosas y al final el propio actor entraba en escena entonces era él quien las imitaba y, según la trama del baile, se pensaba que se había quebrado un espejo puesto que veía su reflejo en cinco partes.

Recurso de las lágrimas: el llanto, aunque paródico, era uno de los rasgos más característicos de Rana; su capacidad para que las lágrimas acudieran a raudales a sus mejillas era proverbial. En un contexto entremesil y expresado por una figura tan ridícula, imaginamos que ese llanto nunca apelaba a la lástima sino a las burlas y risas del público.

Estas características, como hemos ido viendo, las utilizarían todos los dramaturgos que luego siguieron esta estela y escribieron más piezas para Pérez/Rana. Según Francisco Sáez Raposo se escribieron más de 80 obras entre comedias, entremeses, loas, bailes y mojigangas para esta máscara de las que el estudioso ha documentado 73[4].

LÍOS DE PÉREZ/RANA CON LA JUSTICIA.

Se encuentran documentado dos incidentes que nuestro actor/máscara tuvo con la justicia y de los que, afortunadamente, no salió mal librado. El primero no lo atañía precisamente a él, sino a una sobrina suya: Barbara Coronel, también actriz. conocemos el caso por el semblante de ella que nos legó Casiano Pellicer en aquel que dije, impagable: Tratado histórico sobre el origen y progreso de la comedia y el histrionismo en España (Tomo 2º). Tan bien lo documenta y con tal gracia que lo tomaré prestado entero desde ese libro (Pellicer, Madrid, 1804 pp.28-29):

«BÁRBARA CORONEL: Muger casi hombre, y la amazona de las farsantas de sutiempo que, mal hallada con la debilidad de su sexo, usaba ordinariamente el trage de hombre, andando casi siempre á caballo (…) Este carácter feroz, por decirlo así, le ayudaba grandemente para executar con general aplauso ciertos papeles en los Teatros. Era sobrina de Juan Rana, aquel Divo de esa edad, cuyas gracias le merecieron tantas dignaciones de los Señores de la Corte de Felipe iv. El año de 1676. era esta Barbara Autora en el Teatro de Valencia, y murió el de 1691. Muchos años antes había fallecido Francisco Jalón, con quien estuvo casada; y porque se tuvo sospecha fundada de que su muerte fue cierto violento maridicidio, asió de la viuda voluntaria la Justicia de Guadalaxara, de cuyas manos y sentencia difinitiva la libertaron los empeños de su tío Juan Rana, confirmándose con este exemplo el conscejo que Sancho daba á su amo de que nunca se tomase con farsantes: “que no es gente favorecida. Recitante he visto yo, estar preso por dar muertes, y salir libre y sin costas. Sepa vuesa merced, que como son gente alegre y de placer, todos los favorecen, y todos los amparan, ayudan y estiman”».

Efectivamente, Bárbara Coronel estaba encarcelada, con sentencia de muerte, bajo cargo de haber matado a su esposo con ayuda de un mozo, apuntador de la compañía que ella dirigía y con quien tenía un romance. Juan Rana pidió clemencia al Rey para con ella y la libró de la pena.

En el segundo caso, él era el propio acusado. Juan Rana estaba casado con María de Acosta con quien tuvo al menos dos hijos, ninguno de ellos le sobrevivió, quedó viudo en 1635 y en 1636 los rumores sobre su homosexualidad (que siempre le habían perseguido) aumentaron y fue acusado formalmente ante la Inquisición de sodomía: “pecado nefando” según la rigurosa institución, que lo castigaba con la muerte en la hoguera.

IMAGEN DE UN JUICIO DE LA INQUISICIÓN, AUNQUE EL ACUSADO NO ES JUAN RANA, POR SUS TRAZAS; BIEN PODRÍAMOS IMAGINAR QUE ES ÉL.

En una redada lo prendieron a él y a otros muchos madrileños acusados del mismo delito,  pero a los pocos días lo soltaron, junto con otro detenido que era paje de un noble. De todos los acusados fueron los dos únicos que no llegaron al cadalso y, en ambos casos, se presupone que porque tenían relaciones con la nobleza (en el caso de Rana con la realeza). En la Genealogía, origen y noticia de los comediantes de España de los hispanistas Shergold y Varey, acerca de esto, se recoge un testimonio de la época: 

«En cuanto al negocio de los que están presos por el pecado nefando, no se usa del rigor que se esperaba, o sea esto porque el ruido ha sido mayor que las nueces, o sea que verdaderamente el poder y el dinero alcanzan lo que quieren. A don Nicolas, el paje del conde de Castrillo vemos andar por la calle y a Juan Rana, famoso representante, han soltado»

Haya sido por intervención real o no, en la entrada siguiente comprobaremos cuán cercana era la relación de Juan Rana con los reyes de España y su Corte.

NOS VEMOS LA PRÓXIMA SEMANA.


[1] Era el mas famoso entremesista del primer tercio del siglo XVII y quien llevó este género breve a su cenit. En un principio, los entremeses solo eran las piezas breves (6-8 minutos) que se representaban en los entreactos de las comedias, pero que; debido a que trataban temas populares, personajes ridículos, lenguajes burlescos y dardos satíricos, fueron adquiriendo el gusto del público; sobre todo desde que empezó a perfeccionarlos Luis Quiñones de Benavente. Se dice que entonces, el potencial público no preguntaba de quién era la comedia que se representaría en un Corral de Comedias en los días posteriores (como en la época en la que reinaba Lope de Vega), sino que preguntaba de quién era el entremés: y si era de Quiñones de Benavente (y más, protagonizado por Rana) el éxito de público estaba asegurado.   

[2] La primera noticia que se tiene de Juan Rana representando ante la Familia Real en  Madrid es con el entremés de Luis Quiñones de Benavente titulado El mago en 1937. 

[3] Cuando hablemos de las relaciones con los reyes, entenderemos cómo se le podían permitir ciertas licencias a un farsante; pero estamos hablando de Juan Rana.

[4] Lope de VegaLo que ha de serPérez de MontalbánEl Séneca de España, don Felipe IIQuiñones de BenaventeEl guardainfante (dos partes), El doctor Juan RanaEl soldadoel mundo al revésEl venteroEl poeta de bailes y el letradoPipote en nombre de Juan RanaLos muertos vivosEl remediadorEl magoEl muerto, La boda de Juan RanaAgustín MoretoEl alcalde de AlcorcónEl ayo, La loa de Juan Rana, El retrato vivo, las Juan RanasJerónimo de CáncerEl pescador de cañaLa ZarzuelaJuan Ranilla, Juan Rana mujer, Juan Rana PoetaAntonio de SolísLa renegada de Valladolid, Fiestas BacanalesEl salta en bancoLos volatinesJuan Rana en el PradoEl niño caballeroAguardad supremos diosesEl retrato de Juan RanaCalderón de la BarcaLos dos Juan RanasJuan Rana en la ZarzuelaEl toreadorEl triunfo de Juan Rana; Mundonovi Lanini Sagredo: El parto de Juan RanaSebastian de VillaviciosaEl retrato de Juan Rana; Francisco de Avellaneda: Loa a los años de su alteza… entre otras.

Publicado por nortonteatro

Soy Actor, dramaturgo, docente de teatro, filólogo, y doctor en investigación literaria y teatral con una tesis doctoral titulada: El teatro de Quevedo (una aproximación pragmática). Fui miembro fundador de la Compañía Corrales de Comedias Teatro en 1994 y he trabajado con ésta en el corral de Comedias de Almagro por más de 25 años; pertenezco al comité artístico de la Fundación Teatro Corral de Comedias; organizo el Festival de Autos Sacraméntales FAUS; estoy especializado en realizar versiones de entremeses de Cervantes y Quevedo y en escribir piezas breves de carácter barroco (casi todo en verso) para acompañar algunos espectáculos de la compañía: como la Loa al Teatro Breve, Loa a los entremeses de Cervantes, Loa al Auto Sacramental La Hidalga del Valle de Calderón de la Barca, Loa al Carro de los Cómicos o la Mojiganga para el Auto Sacramental El labrador de la Mancha de Lope de Vega.

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